Motorclan


W 124 Expedition “Por África con un clásico” II. MAURITANIA, Off Road o basura

Escrito por el 14/02/2014 en Rallys y Raid 4x4, Rutas y viajes

Mauritania 164

En la pasada entrega, Tras participar en el Rally Clásicos del Atlas, habíamos comenzado nuestro viaje en Marrakech y nos había llevado a recorrer algunos de los lugares más emblemáticos de Marruecos y del Sahara Occidental, hasta llegar finalmente a la frontera con Mauritania.

Es sábado 14 de diciembre, y tras cruzar lo que se ha dado en llamar “tierra de nadie” y que realmente es terreno abandonado por Mauritania tras los acuerdos tripartitos de Madrid del 14 de noviembre de 1975 y todavía no ocupado por Marruecos (como hizo con el resto), llegamos a la zona fronteriza de la RIM (Republica Islámica de Mauritania).Mauritania 004

Tras llegar a la frontera entregamos de nuevo una ficha al primer agente que nos da el alto. La ficha, no es ni más ni menos que un documento de Word en el que van todos los datos de los ocupantes del vehículo y del vehículo en sí, visto lo bien que funcionó para ahorrar tiempo en los múltiples controles militares y policiales que nos encontramos en el camino en un viaje anterior a Mauritania en el 2010, yo en esta ocasión, le había añadido una fotocopia de la primera hoja tanto de mi pasaporte como del de Jesús, el resultado fue espectacular, y salvo en un par de ocasiones, no tuvimos que sacar los pasaportes más que un par de veces a lo largo de todo el viaje.Mauritania 165_2

Hay que aclarar que me llevé impresas unas 35 hojas, que en Nouakchott hicimos otras 30 fotocopias y que en Gambia hicimos otras 50, de ellas, a la vuelta tan solo sobraron seis o siete, y es que conviene recordar que tanto en toda la zona del Sahara Occidental como en Mauritania los controles de la Policía, la Gendarmería, el Ejercito o Agentes de Adunas son continuos. El no llevar la ficha supone tener que parar y rellenar un formulario con todos los datos en cada puesto de control, una locura en horas perdidas a lo largo de un viaje largo como este.

El agente nos indica que lo primero que hay que hacer es sacar el passavant, este es un documento que te permite importar temporalmente el vehículo y por el que por supuesto, hay que pagar, en este caso nos soplaron 10 €. Los mismos “buscavidas” que pululan por las fronteras y que te indican que tienes que hacer para exigirte a continuación una propina por sus servicios, nos ofrecieron tarjetas de teléfono, algo muy interesante ya que como ocurre en Marruecos la telefonía móvil es muy barata, por lo que interesa llevar un teléfono liberado para ir instalando las tarjetas de los países que visitas. En este caso, la tarjeta Sim con una pequeña carga incorporada nos costó tan solo 10 €, con lo que ya teníamos teléfono mauritano y algo de saldo para llamar.Mauritania 005

También aprovechamos, tras negociar un poco, para cambiar “pelotillos”. Una costumbre que mis colegas y yo cogimos en los años 80 y 90 cuando viajábamos por Europa en moto, fue la de dar como nombre oficial a cualquier moneda que no fuese la peseta, el de “pelotillo”, con lo que las cosas nos costaban tantos pelotillos franceses, alemanes o checos ya fuese que pagásemos en francos, marcos o coronas. Una costumbre de tal arraigo no se debe perder, y la sigo utilizando cada vez que salgo de Europa. En el caso de Mauritania, el pelotillo es la “Ouguilla” cuyo cambio oficial ronda las 398 por 1 Euro. Tras ser informados por otro buscavidas que nos detuvo en tierra de nadie y que nos puso sobre aviso de que nos intentarían cambiar a 380 o menos, finalmente cambiamos € a 390 pelotillos, lo que no está nada mal y nos permitía tener moneda del país para los siguientes “sangramientos” a los que nos veríamos sometidos.Mauritania 006

El primero de ellos vendría tras sellar el pasaporte y pasar el control de policía, como ya me ocurriera en 2010, un agente viene al coche y nos hace enseñarle todo… pero todo. Nos hace abrir las cajas que llevamos y al ver la cantidad de cerveza que llevamos nos dice que no pasamos ni de coña. Intentamos convencer al jefe explicándole que es nuestra bebida, que es un viaje muy largo… el nos dice que está prohibido y punto. Se da la vuelta y se va para la caseta, yo le sigo mientras Jesús se queda en el coche controlando y guardando todo lo que habíamos tenido que sacar y me lleva a un cuarto a oscuras, se sienta en una silla y manda llamar a un traductor. Cuando este llega y a través de él, me vuelve a contar lo mismo, yo también, se enfada, sube la voz, manda marchar al traductor… pero el sigue sentado en la silla, en medio de la penumbra.Mauritania 007

Finalmente, sin el traductor, encogiéndome de hombros y abriendo los brazos le digo que qué pasa, y me escribe en un papel que 200 €, yo me echo las manos a la cabeza, pongo cara de susto y le escribo que 20; Con cara de enfado y jurando en arameo escribe 100, yo le digo que imposible, que no tenemos dinero, que vamos con comida, bebida y tienda de campaña porque no tenemos pasta y escribo 50 en el papel, haciéndole indicaciones de que como máximo podíamos soltar esa cantidad; el escribe 60, dando un golpe sobre la mesa demostrando que esa iba a ser su última oferta, le digo que lo voy a hablar con mi compañero, salgo, le cuento la película a Jesús que ya ha podido recoger y guardar todo en el coche, vamos para el cuarto, le soltamos los 60 € y todo se suaviza. Apretones de mano, palmaditas en la espalda, decir al siguiente agente que nos había pedido los pasaportes que no había problema y que nos dejase pasar… Finalmente paramos en la siguiente caseta para sacar el seguro del coche (un simple quitamultas porque allí los seguros no funcionan una mierda), 9800 pelotillos para que nos valiese cuando volviésemos a entrar en Mauritania de regreso y por fin, iniciamos camino para Noadhibou.Mauritania 011

Llamamos por teléfono a Alfredo, un antiguo participante del Sahara Aventura que por trabajo pasa largas temporadas en Mauritania y que al enterarse de nuestro viaje se ofreció a hacernos de anfitrión. Nos vino a buscar, nos llevó a su casa, guardamos el coche en su garaje, y nos llevó a cenar al restaurante de Toni, el FC Noadhibou. Toni es “el contacto” a tener en Noadhibou, no solo por lo bien que se come en su restaurante… sino porque conoce a todo el mundo. Le preguntamos por un mecánico para que echase una ojeada al ruido que desde Tan Tan hacía el coche y aunque ya era tarde, le llama por teléfono y este viene al restaurante donde quedamos con él para llevarle el coche al día siguiente.

Ha sido un día muuuuuy largo desde que por la mañana nos levantásemos en Dakhla, pero por fin estábamos en Mauritania, habíamos cenado muy bien e íbamos a dormir en casa española…

El domingo, desayunamos, quedamos con el mecánico que nos llevó a su taller, petroleó toda la parte baja del coche y tras comprobarlo todo parece ser que el ruido era de la caja de dirección y que no pasaba nada, aprovechamos para cambiar las pastillas delanteras (pastillas y mano de obra 15000 pelotillos, unos 37 €), y nos fuimos a visitar Cap Blanc a hacer fotos.Mauritania 013

Mientras atravesábamos la ciudad pude comprobar que nada había cambiado desde mi visita en el 2010, la basura se sigue acumulando en medio de la calle, las cabras, perros y burros campan por sus respetos comiendo de dichos desperdicios y los mauritanos, siempre agradables, se transforman en seres antisociales, maleducados y descaradamente peligrosos cuando se ponen al volante, no respetando ni una de las normas o señales de trafico ni del simple sentido común, intentado adelantarte por el arcen, no cediendo nunca el paso y cogiendo los carriles en contra dirección según sus necesidades importándoles un pimiento que vengan coches de frente y de manera correcta.Mauritania 012

Tras salir de la ciudad, llegamos a la reserva satélite de Cap-Blanc, en el Parque Nacional del Banc d´Arguin, consagrada al medio marino y a la foca monje del Mediterráneo, donde está establecida la última gran colonia de unos 150 ejemplares, y donde se encuentra el primer centro de visitantes en un área protegida del África Occidental; cuenta con financiación de la Agencia Española de Cooperación Internacional y los Parques Nacionales de España.Mauritania 037

Pero quizás, lo más interesante de Cap Blanc es bajar hasta la playa y fotografiarse con el United Malika, un carguero de 118 metros de eslora, de bandera marroquí con base en Tánger, que encalló el 4 de agosto de 2003 en las arenas de Cap Blanc. Sus 17 tripulantes fueron rescatados con vida, pero la nave, que transportaba pescado, quedó allí para siempre. Hubo algún plan para reflotarlo, pero un agujero en el casco hizo que dejara de tener interés para su propietario.

En su popa puede apreciarse la silueta de unas letras, Guadalupe. Fue su primer nombre, el que tenía al salir en 1979 de unos astilleros japoneses. Después se llamó Sunreef, más tarde Iglo Express y, ya en 2002, su último bautizo como United Malika.Mauritania 028

Por lo que pudimos ver, están haciendo una pista o carretera para poder llegar hasta Cap Blanc, ya que hasta el momento tan solo se puede llegar “navegando” si conoces más o menos donde se encuentra el sitio.

Tras volver a Noadhibou y comer algo en casa de Alfredo, fuimos a dar una vuelta, comprar una recarga de la tarjeta de teléfono para tener Internet, (3000 pelotillos, unos 7 €, una semana), y volvimos a casa de Alfredo para una animada cena en plan colegas tirando de lo mucho que llevábamos en las cajas.DCIM100GOPRO

El lunes 16 salimos con dirección a coger la pista paralela a la vía del tren con intención de llegar a Atar y Chinguetti, tras cinco controles en los que además de dar la “fiche” tenemos que explicar de donde venimos y a donde vamos (como si nosotros lo supiéramos), llegamos Boulanouar, el pueblo donde hay que abandonar la carretera y coger la pista.Mauritania 055

Tras preguntar a unos “paisanos” que nos indican donde es, nos encontramos llegando a un punto en el que íbamos a cruzar la vía, algo que no debíamos hacer pues la vía del tren siempre transcurre a la izquierda de esta, y justo en ese momento un profundo arenal nos deja medio empanzados, nada grave y motivado por ir con las presiones demasiado altas. Nos ponemos a bajar presiones y en ese momento llega el tren, por lo que me acerco a la vía para hacerle fotos y ver la nube de fina arena que va levantando a su paso.Mauritania 057

Entretanto han llegado unos operarios a bordo de una pick up que nos dan un empujón y salimos. Les preguntamos por la pista y nos dice que está más abajo, que ellos van para allá, por lo que decidimos seguirles. Nuestra sorpresa es ver como se dirigen a la carretera y la toman en dirección a Nouakchott, yo con las presiones bajas paso de seguirles y paro en la cuneta para subirlas; ellos paran más adelante y al ver que no les seguimos dan la vuelta, nos dicen que la pista está cinco Km. más al sur y les respondemos que OK.Mauritania 059

Tras inflar los neumáticos seguimos con intención de encontrar la pista y cogemos una que estaba más o menos a la distancia que nos habían dicho, resultando no ser. Tras dar varias vueltas, decidimos seguir hacia el sur a ver si encontrábamos una carretera que nos habían dicho, a unos 120 Km. que salía hacia Atar, algo que tampoco conseguimos.

Visto lo visto, decidimos seguir hacia Nouakchott y hacer turismo por la zona sur de Mauritania. Los controles son continuos, y cada vez que nos paran, además de la fiche, en ocasiones, llaman por teléfono para informar de que hasta allí han llegado dos españoles que van a… Fue en este tramo cuando nos dimos cuenta del esfuerzo que ha hecho el gobierno mauritano en este sentido, para controlar y evitar cualquier problema con los terroristas de Al Qaeda del Magreb, responsables entre otras muchas acciones del secuestro, el 29 de noviembre de 2009, de los cooperantes españoles de la ONG Barcelona Acció Solidària, Albert Villalta, Roque Pascual y Alicia Gámez, a unos 150 km al norte de Nouakchott.Mauritania 060

Cada vez que llegábamos a algún control nos preguntaban de donde veníamos y a donde íbamos; si lo que les decíamos coincidía con lo que habíamos dicho en los controles anteriores, tras entregarles la fiche, nos dejaban seguir sin problemas, si como era el caso, íbamos cambiando de idea sobre la marcha y les decíamos que íbamos a un lugar diferente del que habíamos dicho en algún control anterior, nos preguntaban de nuevo y al confirmar, llamaban por teléfono a algún jefe para informarle, y a continuación nos dejaban marchar. La verdad es que teníamos la sensación de que nos iban controlando en todo momento… y de que les estábamos volviendo locos con nuestros continuos cambios de planes… “efectos colaterales” de no tener planes y viajar según te pida el cuerpo.Mauritania 140

Según avanzamos hacia el sur el paisaje va cambiando y las dunas empiezan a compartir terreno con diferente vegetación. Cada vez más se instala en nuestra mente la idea de que este país es un gran basurero, allí donde hay gente están rodeados de mierda por todas partes. La basura se acumula por todos los sitios y todo tipo de restos se mezclan por todas partes, nuestra esperanza se centra en encontrar un poco más de orden al llegar a Nouakchott, la capital del país.Mauritania 130

Nuestras esperanzas caen en saco roto al llegar a una ciudad caótica, con las mismas condiciones higiénicas que nos encontramos en Noadhibou, pero mucho más grande. Tras encontrar habitación en el hotel Chinguetti, un cutre hotel cuyo esplendor habría que buscarlo en décadas anteriores a la de los setenta del pasado siglo y cuyo estado de limpieza, mantenimiento y conservación es nulo, pero que eso sí, nos cobraron barato, nos fuimos a dar una vuelta por los mercados y encontramos un paisano que nos llevó a un restaurante realmente decente donde cenamos muy bien, tras lo que nos fuimos a dormir sobre los camastros y dentro de nuestros sacos.Mauritania 084

Con la espalda rota por lo desvencijado de la cama, el martes 17 de diciembre, nos levantamos, nos fuimos a desayunar al local donde habíamos cenado, compramos pan y agua y nos fuimos a cambiar dinero a una oficina de cambio, donde la suciedad se acumulaba en los mostradores desde tiempos inmemoriales. Realmente se hace difícil admitir que se pueda vivir en todo sitio, momento y condición rodeado de polvo y restos, demostrando una total apatía hacia estos temas y admitiendo de manera resignada que lo que se ensucia no se limpia, lo que se rompe no se arregla y que si todo se va a la mierda… no pasa nada.Mauritania 085

El trafico es el puro significado de la palabra caótico, y durante un rato nos quedamos en un cruce observando como dos policías no podían (tampoco se esforzaban demasiado), conseguir nada para evitar que coches, motos y camiones girasen sin ningún tipo de orden o concierto, no importando el color de los semáforos o si se metían dos, o los tres carriles en dirección contraria para coger la dirección que deseaban. El respeto hacia la propia seguridad es muy bajo, hacia la seguridad de los demás… simplemente no existe.Mauritania 071

En las notas que voy tomado durante el viaje, apunto: “No encuentro la forma de definir, de manera respetuosa con las personas, la sensación que siento ante el caos, la mierda, la falta de respeto al prójimo y el abandono en que se encuentra cualquier infraestructura aún estando en uso…”.

Seguimos el viaje dirección Aleg y el “paisaje” no cambia, allí donde hay humanos, todo alrededor es un gran basurero lleno de plásticos y todo tipo de restos.

Estando parados en un control conocemos a Esteban, por atrás oímos “¿españoles?”. Decimos: “si, delante paramos y hablamos.”Mauritania 097

Esteban, conocido como “Kruger”, es un asturiano que está intentando dar la vuelta a África en una KTM Adventure y que como nosotros va en dirección a Aleg y Kiffa, donde nos dice que conoce un hotel donde quedarnos a dormir. Decidimos hacer el camino juntos y paramos a comer en medio de la carretera. Vamos pasando por pequeños poblados en los que la dinámica de gente=suciedad, se repite con matemática precisión. Paramos a tomar un té en uno de ellos, en un “restaurante” pedimos tres tés, esperamos a que los preparen y vemos como se lo sirven solo a Jesús y Esteban; creyendo que no nos habían entendido, nos dicen que sí, que esperemos, creyendo que es que tenían que preparar otra tetera, sin embargo cuando Esteban termina su té y entrega el vaso, directamente sirven más te y me lo ofrecen… no había más vasos.Mauritania 150

Mientras tomamos el té, una televisión muestra las noticias de Francia y un reportaje sobre algún avance médico en Europa… miro a mi alrededor y entiendo perfectamente que cualquier persona con medio dedo de frente, la más mínima percepción de su realidad social y un poco de deseo de mejorar su situación personal y la de su familia, se juegue la vida en un cayuco o saltando una verja para poder acceder a la rica Europa… esto es algo a lo que tendremos que acostumbrarnos cada vez más, mientras el dinero no vaya a donde está la pobreza, los pobres seguirán haciendo lo imposible por llegar donde está el dinero… y me temo que de seguir así las cosas, el problema no serán unos cuantos miles de inmigrantes, sino que la cifra se elevará a cientos de miles, en un éxodo inevitable que se producirá, si o si, en lo que nuestro sistema no cambie y en estos países sigan gobernando “reyezuelos” provenientes de diferentes castas religiosas cuyo único interés es hacerse con el poder y la riqueza del país.Mauritania 143

Se nos hace de noche y no es algo que me mole en Mauritania, más aún yendo en dirección a la zona más conflictiva del país, la que hace frontera con el norte de Mali. La tranquilidad llega de nuevo al ver que los controles son continuos, nos tienen totalmente controlados, y cada vez que llegamos a uno nuevo, el agente que nos pide la documentación sabe de donde venimos y a donde nos dirigimos, es un  auténtico coñazo, pero aporta tranquilidad.

Esteban no reposta en Aleg y las siguientes gasolineras que encontramos no tienen gasolina, protegido por la seguridad que le aporta la compañía de nuestro coche, seguimos camino a ver si encontramos, pero finalmente, y después de muchas gasolineras sin gasolina, ya de noche cerrada, se queda tirado. Enganchamos una eslinga a la baca del capó del Mercedes y le remolcamos unos 50 Km. hasta llegar a un pueblo en que veo que tienen bidones en el suelo. Preguntamos si tienen gasolina y finalmente se acerca un paisano y nos dice que el tiene; Esteban se va con él y mientras nosotros esperamos, me doy cuenta de que el capó está un poco descuadrado… lo abro para ver y… ya no pudimos cerrarlo, al tirar de la moto se había modificado el ángulo de los brazos del capó trasero y se quedaba dos dedos más alto y tres dedos más atrás… lo sujetamos con una crica y tras venir Esteban seguimos camino…. Ya lo miraríamos al día siguiente.Mauritania 157

La conducción nocturna es también “interesante” en las carreteras mauritanas, más allá de que todo el mundo lleve los faros mal regulados, es que no quitan las largas por muchas ráfagas que les des… salvo que lleves a mano el “botón del pánico”, nombre con que bautizamos el interruptor que encendía la barra de leds de RSK Producción y que me imagino que hace sentir a los que vienen de frente que están en medio de “Encuentros en la tercera fase”, porque era darlas y los coches que venían de frente quitaban las largas, las cortas, las medias y lo que hiciese falta… es igual que la circulación de día… la ley del más fuerte, y en cuestión de luces, no hubo nadie que nos ganase a lo largo del viaje.

Tras llegar a Kiffa nos encontramos con que el hotel está abandonado, llegamos a otro y al ver que lo que nos ofrecen es una mierda, nos vamos. Llegamos a un albergue, igual de asqueroso pero más barato, suficiente para echar el saco encima del catre, única decoración de la habitación que no tenía ni agua ni luz.Mauritania 160

Tras despertarnos, preparamos el desayuno en la misma habitación y nos pusimos a reparar el capó del coche. Después de despedirnos de Esteban, que seguiría hacia Mali, nosotros repostamos y cogemos la pista que nos habría de llevar a Selibaby con intención de llegar al paso fronterizo de Bakei.Mauritania 161

Pocos kilómetros después de Kiffa, la estrecha pista arenosa se convierte en una ancha pista, en construcción, que nos permite rodar a cerca de 100 Km./h. hasta que empieza a estar cortada por montones de tierra transversales, obligándote a salir de ella continuamente y coger una pista mucho más pequeña y revirada. En una de estas, llegamos a uno de los grandes montones de tierra y le digo a Jesús ¿pasaremos?. El se baja del coche y me dice: por la otra parte es más suave, dale… las cuatro ruedas en el aire.Mauritania 163

En lo que estamos “entretenidos” con nuestras planchas, la pala, el Air Jack… aparece una pick up con cinco paisanos que en cuanto nos ven paran a echarnos una mano, tras otro par de intentos de empujar y tirar de pala, planchas y piedras, decidimos que la pick up nos pegue un tirón y después de varios intentos, bajamos el Mercedes a la pista, momento de hacerse la foto de rigor de todo “el equipo”.Mauritania 165

Continuamos y alcanzamos a una pick up con la caja cargada de personal, nos ponemos a su lado, le hacemos parar y le preguntamos si vamos bien para Selibaby. Estamos en los alrededores de Kankessa, muy cerca de Mali, y las posibilidades de despistarte y meterte allí son muy altas. Después de una interesante charla con el conductor de la pick up, nos dice que le sigamos y nosotros le seguimos, aunque no sabemos muy bien porqué, ya que al final no nos habíamos enterado ni para donde iba él ni en que dirección íbamos nosotros.

Hay que cambiar de pista continuamente y los pasos arenosos se suceden. En estas condiciones no dejábamos que funcionase el sistema 4Matic y el copiloto iba metiendo “hierro” a requerimiento del conductor con la botonera que nos había preparado City Car Sur.

Íbamos arrastrando los bajos continuamente, golpeando con piedras de todos los tamaños y acordándonos de “San Bumar Xtreme”, sin el que sin lugar a ninguna duda, el viaje habría terminado hacía varios días. Nos habíamos convertido en todo un espectáculo para los ocupantes de la caja de la pick up que debían ir haciendo una porra para acertar cuando nos íbamos a quedar enganchados. Sin embargo, una detrás de otra, el Mercedes salía de los atolladeros consiguiendo que los ocupantes de la pick up nos aplaudieran, nos pusiesen continuamente el pulgar en alto y se fuesen echando una buenas carcajadas.Mauritania 169

En un momento dado, el conductor de la pick up para y nos dice que sigamos… y nosotros seguimos, aunque desde luego no tenemos nada claro hacia donde vamos, finalmente llegamos a Kankessa, pasamos el control de la policía que nos advierte claramente indicándonos con la mano “droite, droite, Ouid Yenjé, Selibaby… ¡no gauche, Mali!” (derecho, derecho, ou yenye, Selibaby… ¡no a la izquierda, Mali!). Un joven del poblado, en un Mercedes 190 (allí siguen siendo tan habituales como en el resto de África), nos dice que le sigamos, que él nos indica. Le seguimos y, de repente, en medio de una pista, vemos como nos persigue otro Mercedes 190 blanco, como un loco, me aparto un poco para dejarle pasar y del lado del copiloto aparece un brazo que nos indica que paremos, reducimos velocidad y el tío que iba dentro nos dice que le sigamos hacia atrás gritando bastante cabreado “control, control”.

No entendíamos nada, acabábamos de pasar el control de la policía… le seguimos, nos mete entre graneros, ganado y cultivos por las afueras del poblado… el tema no tenía ninguna buena pinta… miro a Jesús y me río, a lo que él me contesta “No me hace ni puta gracia”. A mi tampoco, pero siempre he dicho que de poder ser, que la muerte me pille riendo.Mauritania 172

Finalmente, llegamos a un recinto vallado en cuyo exterior parece haber algún tipo de cartel oficial, lo que me tranquiliza. Dentro, hay un cobertizo de chapa del que sale un hombre uniformado, lo cual me tranquiliza más… finalmente nos piden la documentación, les damos la ficha, nos preguntan el tan manido “de donde venimos y a donde vamos” y tras un rato y unas llamadas de teléfono, nos vuelven a acompañar al control de la policía que habíamos pasado anteriormente, disculpándose y explicándonos que era por nuestra seguridad y volviéndonos a indicar claramente que cuidado con perder la pista principal que nos metíamos en Mali.

La cosa estaba clara, no había que perder la pista principal, ¿Qué es lo que hicimos?, perder la pista principal. Por una simple cuestión de acongojamiento, en un cruce, la pista de la derecha no pareció “más principal” que la que seguía recto… aunque no era así. Poco a poco, vimos como en el GPS Selibaby iba quedando cada vez más a la izquierda, mientras que lejos, a nuestras doce, aparecía Mbout un pueblo al que si llegábamos, nos daba opción de seguir a los pasos fronterizos de Matam o Kaedi, ambos más hacia el oeste y alejándonos del peligro de colarnos en Mali sin querer y sin visado.Mauritania 177

A pesar del cansancio y de la tensión, estas pistas nos permitieron disfrutar de algunos de los mejores paisajes de Mauritania; sabanas, pueblos negros con chozas de paja y barro, y una espectacular puesta de sol que nos paraba a cada poco para hacer fotos.Mauritania 187

Finalmente, llegamos a Mbout a las once y pico de la noche, tras casi 300 Km. de pistas arenosas, cruces de ríos, trialeras, perdernos al atravesar los poblados… para encontrarnos que en ese pueblo no había nada que se pareciese a un camping o albergue, por lo que seguimos, ya por carretera, hacia la frontera de Kaedi.Mauritania 192

Al llegar localizamos el único albergue que hay en el pueblo, nos ofrecen una habitación y al echarle una ojeada, veo como en el lavabo hay una cucaracha “medianita”, en plena negociación con el precio de la habitación, miro al tío y el se ríe, no me quedan muchas fuerzas para regatear y finalmente aceptamos la habitación.

Cada noche, en los sitios que dormíamos, “fumigábamos” la habitación con un anti insectos, en esta ocasión al hacer lo mismo sobre una planta de plástico llena de suciedad que había en una esquina, vemos como salen docenas de cucarachas en todas direcciones… nunca había visto tantas cucarachas juntas, pero ya no nos quedan fuerzas ni para que nos de asco, seguimos “fumigando” todos los rincones, nos echamos anti mosquitos, ponemos el aire a tope y nos metemos dentro del saco… mañana será otro día.Mauritania 207

El jueves 19, salimos del cutre albergue y nos vamos a la frontera, en la que tras sellar la salida del país y entregar el passavant (todo rápido y fácil), hay que coger una barcaza para atravesar el río Senegal y llegar a su frontera, se habían terminado los problemas en Mauritania… de momento, ahora tocaban problemas nuevos en Senegal, pero esto ya, lo podrás leer en el siguiente artículo.

Comentarios

  • César dice:

    enorme? ;-p

  • Raul dice:

    Me ha encantado vuestra aventura mauritana. Encontré este blog buscando info de Mauritania off road porque quería recorer Senegal pasando por Mauritania y esque me da canguele hacerlo con la moto, pero con el tema de los controles ya me quedo más tranquilo.
    Saludos amigos.




Más en Rallys y Raid 4x4, Rutas y viajes
Clásicos del Atlas Invernal 2013. Para todos los gustos

Un joven matrimonio; un padre y un hijo; dos compañeros de trabajo; un padre, su hermano y el hijo del...

Cerrar