Los colores del cielo, las palmeras, los campos de cultivo, las rocas; las pistas infinitas que se pierden entre las montañas… todo es espectacular en este territorio
El Jbel Saghro es la continuación hacia el este de las montañas que conforman la cordillera del Anti Atlas, divididas por ese cuchillo de más de 200 km. que da forma al Valle del Draa.
Es extremadamente difícil describir lo que a la vista ofrecen estas montañas, y las fotografías apenas pueden insinuar parte de su brutal belleza.
No se si lunar o marciano, pero contemplando este paisaje no crees estar en la tierra
A diferencia del resto de cordilleras de Marruecos, como la del Rif, la del Medio Atlas o la del Alto Atlas, todas ellas de “reciente” creación con una antiguedad de alrededor de 65 millones de años, la cordillera del Anti Atlas se genera en el periodo Paleozólico entre 250 y 540 millones de años.
Las rocas, todas ellas de colores oscuros, desgastadas por millones de años de antigüedad ofrecen unas curiosas y sorprendentes formas
Un periodo que se inicia poco después de la desintegración del supercontinente Pannotia y acaba con la formación del supercontinente Pangea, cuando las tierras emergidas crean los apalaches en lo que hoy es el este de Norteamérica. Debido a que América del Norte y África estaban conectados, los Apalaches formaron parte de la misma cadena montañosa que el actual Anti Atlas.
Hubo un momento en la historia de la Tierra en que esta cadena montañosa estuvo unida a los Apalaches americanos
Inmerso en este paraje lunar, no puedes para de sorprenderte ante la infinidad de pistas que serpentean infinitas por entre los recovecos de las montañas; por rocas tan antiguas que nos hablan de la más remota historia de la Tierra; por imágenes que, como en un oleo infinito, las capas de montañas se van superponiendo unas a otras variando a cada una de ellas el tono, el contraste, el color…
Y entre las rocas desnudas… los huertos, los palmerales, la pausada vida de quienes viven como hace cientos de años
Una zona que ofrece la Cabeza del león, el sombrero de Napoleón o las piedras azules en los alrededores de Tafraoute, la capital del Anti Atlas. Impresionantes agadires, algunos aún en uso; almendros en flor ya desde el mes de enero; el valle de Ameln… o los muchísimo más desconocidos paisajes que podéis ver en estas fotos y que os invito a conocer, inmersos todos ellos entre los picos del Jbel Saghro.
Aunque lo mejor está en lo más perdido de las montañas, ya desde la misma carretera podemos apreciar espectaculares vistas de este territorio
Y si quieres hacerlo sin perder tiempo, sabiendo
cuanto vas a tardar en hacer ese track que te han pasado, durmiendo en
los alojamientos más adecuados para disfrutar de este auténtico espectáculo… la mejor opción es hacerlo de la mano de
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