Siempre Ruedas y Motor

Tras doce años de organizar la que fue la prueba de orientación de referencia en Marruecos, El Sahara Aventura, Alberto Pascual y Esteban Aguirre volvían a la carga el año pasado con una nueva prueba, la Explorers Cup.

Fruto de las experiencias recogidas de esta primera edición, este año se ha celebrado Explorers Aventura, una prueba que como ya sucediera con el Sahara Aventura, tiene todos los ingredientes para situarse como la referencia… pero ahora abierta a motos de Enduro, Trail e incluso vehículos SUV.

Equipos de dos coches en la categoría “Orientación”, de uno en la categoría “Aventura”, de dos o tres motos en la categoría “Enduro” y de una moto en la categoría “Trail”, muchas posibilidades para enfrentarse y disfrutar de algunos de los más desconocidos y duros paisajes de Marruecos, que la organización supo manejar gracias a unos recorridos perfectamente adaptados a cada una de las categorías.

En lo que a nosotros más nos interesa, las motos, los planteamientos para participar podían ser diametralmente opuestos, ya que la categoría de Enduro era, como su propio nombre indica, una prueba pura y dura de enduro. Pistas y más pistas, navegación, hammadas, trialeras, dunas… todos los ingredientes para disfrutar al máximo de la moto de enduro por los más variados y variopintos paisajes y recorridos.

En lo que respecta a la moto Trail, era un viaje especialmente diseñado para este tipo de motos, en el que las carreteras de todo tipo (algunas en muy mal estado), eran los cordones umbilicales que unían las salidas y las llegadas, salpicadas con algunas pistas, sencillas, pero que permitían conseguir el doble objetivo de sacarle partido a nuestra moto y de llegar a lugares a los que con una moto de turismo sería bastante más complicado, y con la posibilidad de llevar acompañante.

Los hoteles eran los mismos para unos y otros, los mejores que se pueden encontrar a lo largo de los pueblos y ciudades por los que pasamos, y así, en el Hotel Xaluca Erfoud, fue donde organización y los alrededor de 120 participantes, nos reunimos el domingo 26 de abril para pasar las verificaciones administrativas y técnicas.

La piscina y el bar del hotel compitieron con la necesidad de dejar todo preparado y bien atado para la jornada siguiente, en que empezaría “de verdad” la prueba, finalmente y tras el primer briefing en el que se les explicó a todos los participantes las particularidades de cada una de sus categorías y los pormenores de la primera etapa, llegó la hora de la cena y la de acostarse… esto empezaba.

El lunes 27 de abril se celebraría la primera etapa, que uniría las ciudades de Erfoud y Boumalne Dadés.

En esta, las motos de trail recorrieron casi 400 Km. de carreteras en todo tipo de estado, atravesando paisajes desérticos y cañones de excepción a lo largo de los cuales no faltó algún que otro vadeo y múltiples paradas para hacer fotos, tomar un té o simplemente “comentar la jugada” con los compañeros de turno, hasta que finalmente se llegara al Hotel Xaluca Dadés, donde de nuevo la piscina ganó protagonismo hasta bien llegada la hora de la cena.

Por su parte, las motos de enduro hubieron de enfrentarse a un recorrido de casi 300 Km. de pistas en todo tipo de estados, atravesando en un principio las rápidas pistas de la zona de los monumentos, al noroeste de Erfoud, para seguir por las del Jbel Ougnat y finalmente, antes de terminar la etapa en las proximidades de Boumalne, a las cumbres y desfiladeros del pedregoso paisaje lunar que despliega el Jbel Sarhro, un terreno basáltico de extraordinario atractivo y que fue muy aplaudido por cada uno de los participantes de todas las categorías.

Si la primera etapa nos había trasladado de Este a Oeste, esta segunda etapa nos llevaría de Norte a Sur, uniendo las ciudades de Boumalne Dadés y Zagora.

Una etapa de transición entre la montaña y el desierto en la que los participantes de la categoría trail volvería a realizar alrededor de 400 Km. todos por asfalto, que les llevaría a atravesar el Valle del Dadés, los palmerales de Skoura, la ciudad de Ouarzazate y finalmente el Valle del Draa, paso obligado para llegar al Hotel Reda en la ciudad de Zagora, donde unos cuantos no perdieron la oportunidad de visitar el taller de Mohamed el Gordito, bien para saludar, bien para solucionar algún que otro problema.

Por su parte, las motos de enduro realizarían un total de 240 Km. de pistas en una larga ruta que uniría las estribaciones del Alto Atlas en las inmediaciones de Boumalne, en un principio de etapa lento y pedregoso, que continuaría atravesando la parte central del Jbel Sahro y que tras atravesar Nekob alcanzaría las planicies saharianas del valle del Draá y una última zona entre pedregosas hammadas, al oeste del Jbel Rhart hasta alcanzar la meta en Zagora.

El miércoles 29 daría comienzo igual para todo el mundo, y en un primer momento, tras salir del hotel, todas las motos se dirigieron por la ancha pista de Tissermoumine, al este de Zagora; las de enduro porque allí se montaría el arco de salida para ellas, las de trail para poder disfrutar de la visión de una salida de todas las motos en paralelo dirigiéndose hacia las dunas.

Tras la salida las motos de trail volverían sobre sus pasos para afrontar una etapa de 350 Km. por carreteras y pistas en buen estado que para empezar les llevaría pasando por Tamegroute y Tagounite hasta M´hamid, tocando ya las arenas del Erg Chegaga y casi en la frontera con Argelia.

Después, tras volver a atravesar Zagora, remontarían por carretera el Valle del Draa hasta Tansikht, donde girarían a la derecha para enfilar la carretera que llevándoles a través de Nekob y Tazzarine les acercaría, ya en las inmediaciones de Alnif, hasta el destino del día, la Kasbah Meteorites.

Por su parte las motos de enduro, tras tomar la salida tendrían un primer tramo lento y pedregoso que a continuación les llevaría al paso natural que hay entre el Jbel Tadrart y el Jbel Rhart, por cuyas laderas este subirían dirección norte hacia Tazzarine para volver a girar al este, hacia el Jbel Mrhorfi y, finalmente, de nuevo hacia el norte en dirección Alnif. Una etapa 100% de desierto, y 100% Off Road, con 220 Km. a través de llanuras, palmerales, oasis y alguna primera sorpresa en forma de arena.

La cuarta etapa nos habría de acercar desde Alnif hasta Merzouga, pues esa noche dormiríamos en el mismo desierto. Una etapa de 200 Km. fácil y cómoda pero llena de bellos paisajes en un terreno cada vez más abierto, que poco a poco y tras pasar por Rissani, donde los participantes en motos trail pudieron parar a tomar un te o hacer algunas compras, les llevarías hasta la misma arena del Erg Chebbi.

Allí, en el complejo La Belle Etoile se dormiría en haimas, aunque eso sí, con duchas, baños, restaurante y bar a disposición de todos los participantes, una manera de estar en contacto con el desierto, pero con todas las comodidades.

A las motos de enduro les esperaba una nueva etapa de desierto, a través de 240 Km. que les llevaría tras coger pista dirección este al norte de Alnif, a navegar dirección sur tras pasar la población de Tazoulaït; inmensas llanuras en las que algunos way point estaban separados por más de 20 Km. les llevarían al este del Lago Maider hasta el oasis conocido como El Portal de Belén, donde algunos hicieron bien en parar a reponer fuerzas antes de asaltar el tramo de fes-fes, en las inmediaciones de Ramlia, donde no faltaron las caídas y la continua lucha con la blanda arena.

Tras repostar en Ramlia, los albergues de Ouzina verían pasar poco a poco a todos los participantes que tras llegar a la población de Taouz, seguirían, ya por carretera, dirección norte hasta alcanzar las dunas del Erg Chebbi, donde se encontraba la meta y poco después, las comodidades de La Belle Etoile.

La última etapa fue un paseo con premio para las motos trail, que tras pasar unas horas en el entorno de las dunas, se dispusieron a hacer los 125 Km. de carretera que, atravesando el Palmeral de Rissani, terminaría llevándoles hasta Erfoud y, de nuevo a la carismática Kasbah Xaluca Maadid, el hotel donde comenzó todo y donde de nuevo, pudieron disfrutar de sus estupendas instalaciones. Un broche de oro para completar cinco días de ruta en los que habían pasado por delante de sus retinas algunos de los paisajes más bellos y carismáticos del sur de Marruecos.

Por su parte a los participantes de enduro les esperaba una dura pero al mismo tiempo, deseada jornada. Para empezar cuatro horas de dunas por el interior del Erg Chebbi, en el que había que localizar hasta un total de 40 WP repartidos por todo lo largo y ancho del desierto. Cuatro horas de navegación y conducción en arena que terminaron con las “ansias” de los más preparados y regalaron a todos una jornada única.

Pero la etapa todavía no había terminado, quedaban 100 Km. de pistas espectaculares que les llevaría por el norte del Erg Chebbi y el este de Erfoud hasta la meta, ya en el mismo hotel Xaluca.

Por la tarde tocaba recoger, subir las motos a furgones y remolques, un bañito en la piscina y ver las caras con ese sabor agridulce que se te queda cuando sabes que has sido capaz de completar una gran aventura, pero que desgraciadamente, todo ha terminado ya.

Con el gran comedor del hotel a entera disposición nuestra, tras la cena se realizó la entrega de trofeos (puedes ver las clasificaciones aquí), y posteriormente, se organizaron divertidos grupos que al fresco de la piscina del hotel, echaron unas divertidas horas de charla recordando la experiencia que acababan de vivir.

Con motos y coches de todo tipo, los mejores hoteles posibles con capacidad para una caravana tan grande, recorridos muy estudiados y una experta organización detrás, capaz de solventar los innumerables problemas que ineludiblemente se van presentando a lo largo de cada una de las jornadas, la Explorers Aventura es una prueba que ha venido para quedarse, al haber conseguido en tan solo dos ediciones, demostrar una madurez y solidez, propias de pruebas con muchos más años de recorrido. Sin duda, había que inventarla. Larga vida.

Etiquetas: Enduro, Marruecos, motos, Raid, rallys, Trail