Ciudadanos de segunda
Escrito por Miguel A. Fernández el 02/02/2013 en Opinión
El origen y el fin de este blog era y es hablar del mundo del motor, mi pasión y mi profesión, y de ello podéis leer en todas y cada una de las entradas que lo componen. Sin embargo, a mí, como a ti, y como españolito de a pie, hay cosas que, teniendo que ver con el mundo del motor o no, nos sacan de quicio, nos revuelven el estómago y nos ponen en el rostro lo que yo defino como “cara de gilipollas”.
Es esa sensación de desasosiego, preocupación y asombro al comprobar que la ley, las instituciones, los políticos no hacen nada, o casi nada, por corregir; entre todas estas cosas estarían el maltrato que está sufriendo la industria de la automoción, el vergonzoso uso que se le está dando al dinero público para salvar a los bancos (unos de los grandes causantes de la crisis que estamos padeciendo), mientras millones de familias sufren la crudeza de quedarse sin trabajo y/o sin casas o el descaro con que la casta de políticos que nos gobierna “torea” a la ley para que los centenares de corruptos con cargo publico en su tarjeta de presentación, sigan libres, en lugar de en la cárcel, y ejerciendo a pesar de todo la función pública.
Por todo lo anterior, hoy voy a dedicar esta columna a un limitado número de ciudadanos que día a día, intervención a intervención, acto público tras acto público me (nos) ningunean, me (nos) consideran inferiores, e intentan, y lo que es peor, a veces consiguen convencer a otros, de que los españoles somos ciudadanos de segunda, con un juicio de valor inferior al suyo y con una capacidad de opinión, por debajo de la que a ellos les corresponde. Me estoy refiriendo a los separatistas catalanes.
Vaya por delante y antes de empezar, para despejar cualquier asomo de duda mi pasión y mi amor por Cataluña, una tierra que visito frecuentemente y en la que me encuentro “en casa”, una Comunidad en la que están instaladas dos de las más importantes empresas con las que colaboro, un trozo de mi país en el que se encuentran muy buena parte de mis amigos, un lugar en fin, que por gastronomía y por paisajes, por sus vinos y sus gentes, me enamora.
Dicho lo anterior, siento una profunda pena por el hecho de que esté gobernada por un rebaño de paletos que, apoyados en primer lugar, por unos partidos “españolistas” que no han sabido entender la particular idiosincrasia de Cataluña, y en segundo lugar, para esconder su flagrante inutilidad como gestores, están llenando la cabeza de los catalanes de fantasías independentistas como si consiguiendo esto (la independencia), todos sus problemas se fuesen a solucionar.
Como suele suceder en estos casos, a la cabeza de cualquier movimiento irresponsable se sitúa el mayor de los botarates, que en este caso es el señor Artur Mas. Si a este señor le quitásemos el discurso independentista de la boca, afloraría en todo su esplendor el sinsorgo que es y cantaría, de manera flagrante, su completa inutilidad para sacar adelante a una comunidad, la catalana, a la que tiene hundida en la miseria por su nefasta gestión.
Como español, siento esto profundamente, pero en cualquier caso no olvido, que él está ocupando ese puesto por mandato de los propios catalanes y llegados a este punto, poco más hay que decir al respecto, que cada uno saque sus propias conclusiones.
Donde si hay, y además mucho, que decir, es cuando de manera empecinada él y los tarabillas que apoyan sus deseos de abducir a Cataluña de España, dicen y repiten hasta la saciedad aquello de “porque los catalanes” “el pueblo catalán” “la nación catalana” “Cataluña”… tienen derecho a…. como si Cataluña y los catalanes fuesen los únicos con algo que decir sobre lo que realmente se está hablando, que es de España. Vociferando como unos tarambanas su derecho a celebrar un referéndum que además de innecesario, llegado el más que improbable caso de celebrarse habría de hacerse ante todos los españoles.
No me voy a referir a los 500 años de historia que España tiene como tal, y me voy a conformar con referirme a los 49 que yo tengo, no me hace falta más.
Cuando yo nací (y ahora), la superficie de España era de 504.645 Km.2 siendo el cuarto país más extenso del continente, tras Rusia, Ucrania y Francia, con una población actual de 47.265.321 habitantes.
Por su parte, Cataluña tenía (y tiene), una superficie de 32.106,5 Km.2 con una población actual de 7.539.618 repartida en 946 municipios.
¿Podría alguien explicarme el motivo por el cual estos siete millones y medio de habitantes van a tener el derecho de cambiar la faz de un país en el que habitan más de 47 millones?.
Lo indecente del señor Mas (perdón por lo de señor), es que en su locura megalómana se está pasando por el forro no solo a cualquier español que viva fuera de Cataluña, sino que también lo está haciendo con todos aquellos catalanes, ni más, ni menos catalanes que cualquiera otro, que se sienten españoles, más españoles que catalanes, igual de españoles que catalanes e incluso a aquellos que se sienten más catalanes que españoles, presentándoles un proyecto de futuro fuera de España (y de Europa, y del Euro…), en el que todos estos catalanes pasarían también a ser ciudadanos de segunda, como, a los hechos me remito, le parecemos el resto de los españoles.
Volviendo al innecesario referéndum, tengo la sensación de que si este se celebrase en toda España (única forma posible de decidir el cambio radical que los separatistas quieren hacer de toda la nación), sería precisamente en Cataluña donde muy posiblemente el resultado fuese negativo, y lo mismo era en el resto de España donde saliese el sí, que se vayan, porque tengo la sensación de que el resto de los españoles empiezan a estar cansados ya de tanto llorón, de tanto victimismo hipócrita. De lo que no me cabe la menor duda es que si un día se llegase a producir semejante separación no sería porque Cataluña se saliese de España, sino porque España terminaría mandando a paseo a unos ciudadanos que prefieren votar a políticos con la cabeza llena de pájaros y vacía de ideas con las que sacarles de la crisis en la que les han metido. No se irán, llegado el caso, se les echará.
Como el blog este me lo pago yo, a pesar de ser un ciudadano de segunda a la vista del señor Mas y su camarilla, me voy a atrever a aconsejarle que le diga a los ciudadanos catalanes, que el hecho de que tengan que pagar por sus autopistas no tiene nada que ver con el gobierno central, las gestionan ellos, que el precio del transporte lo ponen ellos, que todos los impuestos locales están (faltaría más), regulados por las autoridades municipales o autonómicas, por tener transferidas las competencias. Tampoco estaría de más, que les recordase que el 60 % de la deuda de toda la sanidad de España viene de Cataluña y, desde luego, sería muy conveniente que les avisase de que muchas de esas empresas que producen riqueza en Cataluña, como las editoriales Salvat o Grijalbo, la marca de coches SEAT, la marca de moda Mango, Matutano, la marca de motos Rieju, el Grupo Zeta… por poner unos simples ejemplos, cuyos principales beneficios vienen del consumo que de sus productos hacemos toda la sociedad española, no tardarían mucho en salir huyendo de un país aislado por España y por Europa.
Si señor Mas, si, sabemos que para ud. los 40.000.000 de españoles que vivimos fuera de Cataluña somos españoles de segunda, pero no se preocupe, no nos importa demasiado, más que nada, porque sabemos que esto lo piensa un político de tercera: Usted.
Hola, soy Ismael, creo que me reconocerás.
Yo estoy bastante en sintonia con lo que dices, mi sentimiento se podría resumir en una frase: Basta ya de tantos desplantes y menosprecios y piraros ya de aqui.
Lo siento por los catalanes que se sienten españoles, pero yo estoy ya cansado, si quieren seguir en España que salgan ellos orgullosos a defender su derecho, que desde el resto de la nacion nos hemos cansado ya.
Es muy facil culpar al resto del estado de su deuda mientras despilfarran el dinero en selecciones deportivas, abrir embajadas y cosas, que en estos momentos de crisis, son perfectamente preescindibles.
Pero cuidado, cuando no legamos a fin de mes, entonces si somos españoles, llamamos a “Papa Estado” y le pedimos un rescate de no se cuantos millones de euros.
NO es cierto q Cataluña aporta al estado mas de lo que recibe, falso, los territorios no aportan nada, son las empresas que allí tributan las que aportan. Entonces surge una pregunta si Cataluña fuera un estado independiente ¿cuantas de estas empresas seguirian allí?
Pero vamos a dar por bueno eso de q ellos aportan mas de lo q reciben ¿saben acaso ustedes que por cada millon de euros que tiene de deficit el estado españo con Cataluñal, la Comunidad de Madrid tiene dos? Si señores, la diferencia entre lo q Madrid aporta al estado y recibe es justo el doble que Cataluña, osea, que segun sus tesis nosotros (madrileños) tendriamos el doble de defificit a nuestro favor que los catalanes.
NOsotros, en cambio, no hemos pedido ningún restcate, puede que por no gastar el dinero en embajas de Madrid por el mundo, en selecciones aldenas y otras cosas mas, perfectamente preescindibles.
Pero además, como persona de izdas. que soy ( por si alguno tacha mi discurso de “facha”) estoy orgulloso de aportar el doble que recibo, solo por un principio de solidaridad. Me parece una incongluencia que partidos que dicen ser de izdas. pidan independencia esgrimiendo el egoista motivo del dinero.
Para terminar, como español que soy, pido que se vallan y nos dejen tranquilos, pero que se vallan con todas las consecuencia, no solo ser independientes para gestionar mis impuestos pero luego utilizo la infraestructura de España o me acuerdo del “primo español” (cada cual saque al acepción que quiera de la palabra primo) para vender mi cava y mi textil, no señores, me sale mas barato el textil chino.
P.D. Miguel, perdon por el ladrillo
Hola Ismael
Nada de ladrillo, te agradezco tu publicación y colaboración.
Un saludo
Hola Miguel Angel, sea cual sea la opinión de cada uno de nosotros, yo hace ya muchos años que la política, los separatismos, las ideologías y las nacionalidades me son indiferentes … yo me siento español, de que otra forma me puedo sentir si mis bisabuelos son catalanes, mis abuelos nacidos en Aragón, mi madre de Cuenca …. y yo de Madrid …. sinceramente me parece a título personal una barbaridad no entenderse entre “paisanos” ….. de cualquier forma ¡¡¡ERES UN VALIENTE¡¡¡ por escribir los que piensas …. mis respetos, un abrazo
Bueno miguel lo comparto. Como otro mortal que ademas tiene la triste mision de defender su empresa que esta ubicada en cataluña.. Como inmigrante que vino a trabajar y que ahora da trabajo. Como exportador a paises lejanos.
Cada vez me cuesta mas explicar que pasa en españa y si va a haber una revolucion en cataluña. No saben si mi empresa esta segura… Todo esto para asegurar el control de quien mama de nuestra teta para dar lo que sobra al otro.
Yo no puedo exhibir una bandera española mas que cuando estoy fuera.. En las Rumanias, Francias, tunez. O marruecos, mi coche y mi empresa es española. Los demas van con la senyera. Que absurdo y que triste es avergonzarse de lo suyo… No me parece mal llevar la bandera catalana, asturiana, la ikurriña. Es un orgullo para cualquiera.. Pero porque esconder la que ademas te hace mi paisano… Es que te averguenzas de mi???? La bandera no es de los politicos. La bandera es de quien se dedica a trabajar y a ayudar. Cuando ocurrio lo del prestige o lo de Lorca fuimos todos. No hay nunca conflictos entre el pueblo.. Solo los salvapatrias usan la bandera para tapar sus verguenzas. Para mi, es un orgullo competir o trabajar al lado de una bandera. Pero ademas y no podemos olvidarlo hay una comun y que nos une a todos.. No usarla significa que te averguenzas de lo que eres. Y nadie peor que quien quiere esconder de donde es y de donde salimos. Mi bandera nace en un pais que cambio un dictador por un rey y un gobierno que eliminaron un ejercito caduco y una legislacion dicatorial por ina de las mas modernas constituciones dep mundo y por uno de los ejercitos mas redpetados del mundo. Esa es la bandera real, la de todos. La que identifica el ideal de libertad y de esfuerzo comun. Somos muchos y diferentes, pero vamos juntos..
Perdona el rollo pero me duele…
Me crei lo que me contaron de que es catalan todo el que vive y trabaja en cataluña… Ahora resulta que no…
Gracias a los dos, Nestor y Francisco. Comparto totalmente vuestro sentimiento y manera de ver
1 – Ignoro a estas alturas, Miguel Ángel si habrá o no un referéndum. Espero sinceramente que sí porqué eso será expresión de la voluntad de una mayoría y la democracia es, precisamente eso, el derecho a que las mayorías se expresen.
2 – El presidente Mas es un político elegido en unas elecciones democráticas a las que concurrió con un programa concreto en que se incluía la convocatoria de una consulta. La segunda fuerza política en el parlamento y la quinta concurrían con un programa en que se anunciaba lo mismo. Esas tres fuerzas políticas suponen hoy una mayoría holgada en ese parlamento. Eso, mal que pese, es democracia. Y la mayoría de catalanes que votó a esas fuerzas políticas merecen el mismo respeto que los que no lo hicieron o que los que no votaron.
3- Calificar a unos gobernantes reelegidos por una amplia mayoría como “rebaño de paletos” es una opinión muy respetable pero, también, una falta de respeto por los cientos de miles de personas que les votaron. Y llenar la cabeza de los catalanes de fantasías independentistas sólo puede hacerse en el caso de que, por una serie de motivos, haya mucha gente dispuesta a dejarse llenar la cabeza de algo. Cuando esto sucede, no puede simplificarse ese hecho en un “como son tontos, siguen al primero que les da un caramelo”. Detrás, Miguel Ángel, hay una compleja situación social y política muy difícil de interpretar desde fuera y leyendo sólo determinada prensa. Ignoro si es tu caso pero si el de muchos con los que he hablado del tema.
4 – Pedir que sean todos los españoles los que voten la independencia de Cataluña es como pedir que todos los europeos votemos en el referendo británico que Cameron ha convocado para determinar si Gran Bretaña debe salir de la Unión Europea.
5- Sostener y escribir “no se irán, en todo caso se les echará” tiene el mismo desdén, la misma desconsideración y el mismo interés de separar entre unos y otros de que acusas a los catalanes. Es un “no estoy dispuesto a que hagas lo que desees porqué no estoy de acuerdo contigo pero además, haré contigo lo que me parezca”.
6 – Y finalmente, una pequeña consideración histórica. Cuando tú naciste, amigo, Ucrania no existía. Hoy sí.
Sabes que te aprecio, “abuelo” pero no hace falta destilar tanta mala leche amparándose en eso de que “vaya por delante que adoro Cataluña y me siento como en casa cuando voy allí”. La situación aquí es compleja, existen muchos sentimientos encontrados y gente que piensa de manera distinta. Tu análisis simplifica y no entra en lo fundamental ¿por qué pasa lo que pasa? ¿Sólo por los delirios de grandeza de un líder político que embauca a millones de paletos?
Un día, si quieres, lo hablamos con calma, como amigos que siempre seremos aunque pensemos distinto.
Un abrazo
Ni que decir tiene, que comparto totalmente el final de tu carta, y, aunque pensemos distinto, siempre estaremos por encima de la política ya que considero que la amistad, es algo muy superior a lo anterior.
Sin embargo hay, como queda claro en mi columna y como te voy a comentar a continuación, cuestiones en las que no puedo estar de acuerdo.
La democracia se hace entre todos, y me reafirmo en mi opinión de que un cambio tan significativo como pudiera ser que Cataluña se separase de España debería, llegado el caso, de ser decido por todos los españoles, y no solo por unos pocos.
Sé que el presidente Mas ha sido elegido por los catalanes, ya lo digo en mi columna, pero también digo, porque lo creo, que en buena parte ha sido por la clara incomprensión que los partidos “españolistas” han demostrado históricamente por Cataluña que les impide estar mejor “situados” en el plano político catalán e, insisto, por un plan separatista del que solo ha contado las partes que le interesan y no toda la verdad de lo que ocurriría en el caso de que esta situación se diese, haciendo creer a muchos que la solución para todos los problemas sea la independencia.
En un mundo global, en el que lo que se buscan y funcionan son las sinergias, los apoyos, es mi opinión que el querer dividir es un planteamiento paleto, propio del analfabeto que no ha salido de su tierra y mira con rechazo, desconfianza y desdén a todo lo de fuera.
El “no se irán” “se les echará”, no pretendía más que ser un toque de atención a los que piensan que los únicos problemas de este país sean los deseos de unos pocos de salirse de España, y que de igual manera que muy bien dices, no son muchos los que conocen la compleja situación de Cataluña, tampoco creo yo, que sean muchos los catalanes los que estén al tanto de cuan harta está mucha gente del resto del país de su continua cantinela.
Respecto a mala leche, que te aseguro no había ninguna en mi columna, me parece mucha más mala leche la que por ejemplo el Sr. Mas, suelta cada vez que abre la boca acusando a todo el resto de los españoles de todos los males de los ciudadanos catalanes.
Como última consideración, que no escribía en mi columna, creo sinceramente que es el estado autonómico el que más justo es, no solo ya con todos los españoles, sino con todos los catalanes, sean estos de nacimiento u adopción, ya que (desmanes de la Generalitat, aparte), permite, al menos sobre el papel que cualquier habitante de Cataluña, ya se sienta tan solo español, más español que catalán, igual de español que catalán, más catalán que español o solamente catalán, vivir en armonía y sin discriminación, algo que dudo mucho sucedería si Cataluña se independizase.
En cualquier caso y aunque no estemos de acuerdo. Muchas gracias por haberme transmitido tu opinión y a ver si nos tomamos unas cañas juntos, que ya hace.
Un abrazo
Me apunto a esas cañas, Miguel Ángel, aunque debo decirte que comparto la opinión de Joan. Podría decirlo más alto, pero no más claro. Aprovecho para felicitarte por tu recién nacido nieto. A ver cuánto tardas en llevarlo de paseo en tu pick up!
Si al final, esto del independentismo catalán va a ser la mejor excusa para tomarse unas cañas. Pues bienvenidas sean.
Gracias por tu opinión y tus felicitaciones Sonia.
Aunque trato de pasar ya de la asqueroso política, hay cosas que a uno le tocan la moral. Con los políticos que tenemos hoy en día (de ámbito nacional, de ámbito autonómico e incluso municipal) no cabe esperar otra cosa que en vez de bajar de la nube, en la que están y viven, para resolver el complicado día a día que tenemos que vivir en toda España (y digo toda, no se salva ningún territorio), se dedican a frivolizar con temas de “vital trascendencia”. Pero luego se les ve el plumero a todos. Independencia, pero eso sí que me dé el Estado chorrocientos mil millones para cubrir agujeros (y no solo en Cataluña, también en Andalucía, etc.).
Para mí que ellos solo piensan en ellos mismos, en asegurar su puesto, en alentar proyectos, ideas, que les garanticen seguir en la poltrona y cuando se hagan viejecitos que los puestos de privilegio los hereden sus hijos, aunque se estén quejando de la monarquía y de porqué un señor tiene que heredar unos beneficios del padre. ¡Qué coño estáis haciendo vosotros! Estáis colocando a vuestros allegados. ¡Ah, claro! pero eso no es lo mismo. ¡Ya! eso será “demarquía”, seguro.
Para mí buena parte del problema viene ya de hace tiempo, cuando en las escuelas han dejado de enseñarse la historia universal y la común de España, cuando “amamantados de los gobernantes” se han dedicado a reconstruir una historia falsa. Se olvidan del Reino de Aragón, del reino de Castilla, del reino de León, del Reino de Navarra, etc., etc., mientras que a otros territorios que nunca ha sido reino lo transforman y se dedican a enseñar que ellos han sido el ombligo de la historia y que España es una falacia, una mera invención…
Aquellos polvos traen estos lodazales. Pero cada país, cada autonomía, cada ayuntamiento tiene a los políticos que sus gentes han votado, y si la clase política que tenemos no vale un duro será porque los ciudadanos que les votamos no valemos un duro.
Toda esta movida no es ni más ni menos que la España (o la aglomeración de identidades, estados, o como queráis llamarlos) hemos ido gestando con nuestra educación sesgada, políticos interesados, etc.
Yo no le quito el derecho a decidir a los catalanes si quieren o no irse de España (o la aglomeración de identidades, estados, o como queráis llamarlos), pero me resulta curiosos que una gente que defiende tanto el derecho del pueblo a decidir, quiera obligar a tantos (el resto de ciudadanos que no votaran) a aceptar su decisión. ¿Porque los que vivimos fuera de Cataluña, no podemos votar y estamos obligados a aceptar esa separación de forma amistosa y bilateral?. Un referéndum unilateral solo puede legitimar de forma popular, una separación unilateral. Yo respetaría vuestra decisión, pero no estoy obligado a aceptar la separación amistosa y bilateral.
Algo similar me ocurre con el idioma. ¿Como un pueblo que tanto ha luchado por defender “su” lengua materna, desprecia tanto la lengua materna de otros.? Y se de lo que hablo, estuve a punto de trabajar en Cataluña y me dejaron muy claro lo que respetarían las instituciones públicas mi derecho a dirigirme a ellas o educar a mis hijos en “mi” lengua materna.
Totalmente de acuerdo con vosotros.
En mi opinión, en Cataluña se está cometiendo el mismo error que cometió el fascista que nos gobernó durante 40 años. Intentó aplastar una lengua viva como era el catalán con el único resultado posible: no consiguiéndolo.
Hoy en día, desde las instituciones catalanas y apoyándose en la defensa del catalán (totalmente razonable y defendible), con la que estoy totalmente de acuerdo, se está discriminando todo lo que huela a español, olvidando entre otras cosas que de acuerdo con la Constitución española, el castellano o español es la lengua oficial del Estado y todos los españoles tienen el deber de conocerla y el derecho a usarla. Algo que por allí se pasan en muchas ocasiones, bastante por el forro.
Una educación sesgada e interesada está formando ciudadanos con un gran desconocimiento de su historia real (les guste o no, esto es independiente), algo que impide ser ecuánime a la hora de reclamar tal o cual derecho.