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Patones. Historia de Leyenda.

Escrito por el 28/09/2012 en Rutas y viajes

Patones

Al tiempo que dejamos atrás Patones de Abajo, y recorremos los dos kilómetros y medio de estrecha carretera que le separan de Patones de Arriba, las dudas nos empiezan a asaltar. Quien sabe, quizás sea cierto que el camarero que nos acaba de atender sea realmente el descendiente del último Rey de Patones.

Y es que nunca la realidad estuvo tan cerca de la fantasía, ni esta, tuvo tantos visos de realidad como en la historia de Patones. ¿O habría que decir historias?. Porque Patones no tiene una historia, como el resto de los pueblos, sino una variedad de leyendas, apoyadas en mayor o menor medida en documentos antiguos que no hacen mas que alimentar las alas de la imaginación.

La cercanía a Madrid, y sobretodo a Torrelaguna, nos permiten realizar excursiones de un día que, si las hemos planificado bien, nos serán suficientes para realizar las actividades que más nos atraigan, pues aparte de la ineludible cita gastronómica y del paseo por el pueblo, ya sea para abrir el apetito, como para bajar la comida, podemos realizar visitas a los cercanos embalses de El Atazar y del Pontón de la Oliva, la cueva del Reguerillo, o practicar escalada en roca, amén de realizar una visita a Torrelaguna, que por si sola merece una escapada.

Patones

A lomos de la Kymco Xciting 500 R, hoy he preparado una ruta circular para llegar a Patones, nuestro destino final, después de habernos dado un festín de curvas por carreteras que reúnen todos los ingredientes para estar allí todos los días, esto es, impresionante trazado con buen asfalto y curvas de todo tipo, poco (casi nulo) trafico y preciosas vistas que te harán dudar continuamente entre la posibilidad de “darle al mango” o pasear a ritmo de tortuga apreciando el paisaje metro a metro.

La ruta comienza en la cercana Torrelaguna, a la que si hemos accedido desde Madrid habremos llegado por la A-1 hasta el Km.50 donde habremos cogido el desvío a Torrelaguna, camino más rápido y natural, o mejor, como yo he hecho en esta ocasión en mi continuo afán de evitar las autopistas si el tiempo me lo permite, desde la M-50 me desvié a la M-111 por la salida 5 en dirección a Belvis del Jarama, Fuente el Saz, aunque en la salida indica Paracuellos. Esta carretera es recta, fácil y si quieres hasta aburrida, pero mucho más humana que la impersonal autopista, y al menos vas pasando por urbanizaciones, algún que otro polígono, restaurantes… en fin, que algo tiene. Tras desdoblarse en autovía, la M-111 nos lleva hasta la M-103 en una glorieta, que cogeremos a la izquierda en dirección a Valdetorres de Jarama, Talamanca de Jarama y alcanzar la N-320, que cogeremos a la izquierda para llegar a Torrelaguna.

Torrelaguna Iglesia de la Magdalena 01

Repostamos a la entrada del pueblo, atravesamos sus calles centrales como podemos, pues están de fiestas y muchas están cortadas, y tras hacernos alguna foto en alguno de sus edificios más singulares, dejamos una visita en profundidad para una futura ocasión, por lo que cogemos la M-131 en dirección al Berrueco, una carretera que nos ofrecerá unos ocho kilómetros de subida con curvas lentas, medias, alguna rápida, bonitas vistas de Torrelaguna al principio y de paisaje de media montaña después; Tras pasar la primera salida que nos encontramos que indica Los Tomillares, centro urbano, llegamos a un desvío a la derecha que nos dirige hacia la Presa del Atazar, el cual cogemos.

Presa de El Atazar 03

Este trozo de carretera (M-133), que nos llevará hasta la Presa del Atazar, tras habernos dejado de forma voluntaria el desvío de la M-134 que nos llevaría hasta Patones, es aún más motera, bella e interesante que la anterior, con curvas y más curvas, y las espectaculares vistas que nos brinda la montaña a nuestra derecha y el Embalse del Atazar a la izquierda. Tras llegar a la presa, parada para contemplar las vistas, atravesarla para realizarnos la foto de rigor, y vuelta atrás sobre nuestros pasos para coger la M-134 y tomar, ahora si, dirección a Patones. Llegaremos a Patones de Abajo y tras tomar un refrigerio y mantener una animada e interesante charla en el Restaurante La Colmena con Juan Carlos Prieto su propietario, comenzamos la ascensión hacia Patones de Arriba por la carretera que sale enfrente del Restaurante y que tras una sucesión de cerradísimas curvas en continua ascensión nos llevará al casco antiguo y original de la población.

Y ahora sí, vayamos a la par que recorremos sus empinadas calles, a los orígenes de este pequeño pueblo madrileño.

El primer documento que hace referencia a La Hoz de los Patones es un padrón de 1557, que se guarda en el archivo histórico de Uceda, y que trata sobre la construcción y reparación de su puente sobre el río Jarama, en el que figura una relación nominal de las personas que contribuyeron a estos fines. Tras la relación de los vecinos de Uceda, viene la de las alquerías, que entonces eran las siguientes: Inestrosa, Vallunquera, Valdinueja, Valdinojuela, La hoz de los Patones (con cinco vecinos contribuyentes), Pradales, Tordehotón, Caraquiz y El Hero de la Viña.

Vistas de Patones 01

Entre los vecinos que habitaban La hoz de los Patones destaca el nombre de dos: La de Pero Patón y la de Juan Patón, y destaca porque si nos remitimos a un padrón aún mas antiguo, datado en el 1527, vemos como al final de la relación de vecinos de Uceda que contribuyeron “al reparo de la puente” de la citada villa aparecen: Asenjo Patón, Pero Patón, Juan Patón, Juan de T.º, Miguel cuñado de los Patones y seis nombres mas. A continuación sigue la relación de caseríos y alquerías de Uceda en la que aún no aparece Patones. No es difícil darse cuenta que, La de Pero Patón y la de Juan Patón, del documento de 1557, son las viudas de los vecinos de Uceda, Juan y Pero Patón, del documento de 1527.

Con los anteriores documentos, podemos pues fijar, la fecha aproximada de la fundación de Patones y quienes fueron sus primeros habitantes, probablemente pastores que decidieron irse a vivir a la montaña para estar más cerca de su ganado. Pero vamos ahora, “que ya tenemos pueblo”, a intentar echar alguna luz sobre la forma de gobierno que tanta fama ha dado a los patoneros: su Rey.

EL REY DE PATONES

Demostrado queda en distintos documentos, la existencia de un Rey de Los Patones, y sin lugar a dudas, el mas destacado de todos ellos, es la Carta Real de Carlos III, carta por la que desde el 3 de Agosto de 1769, Patones es reconocido como lugar, esto es, como pueblo independiente de Uceda, del cual y hasta esa fecha era un simple y apartado barrio. La carta, que se conserva en la Biblioteca de la Real Academia Nacional de Medicina, dice :

…que en los siglos pasados parece ser que, acosados o fugitivos de las invasiones de los Romanos o Moros los causantes de los moradores de los Patones, pocos en numero, se escondieron en lo fragoso e impenetrable (en aquel tiempo) del Sitio Peñascoso que aún hoy existe poco tratable y mucho imculto y áspero naturalmente,…

…que por estatuto acuerdo y convenio (aunque rústicos) aumentado el número, o desde el principio de su morada en aquel sitio (que se ignora cuando) parecía ser que con suma simplicidad dieron título de Rey a uno de ellos que sin duda sería el mas rico, sabio o mas antiguo y principal de todos para que con autoridad gobernase y rigiese aquella rústica cuadrilla.

Que con título tan glorioso sucedieron los varones mayores de una familia como superiores a todos, siendo obedecidos en algún modo y administrando justicia hasta el siglo presente, que hallándose ya sesenta familias en dicho sitio y hechos más al trato y comercio de gentes, notando que en las poblaciones circunvecinas se hacía chacota y mofa del que se titulaba Rey, solicitaron con el señor de la población, que es el Duque de Uceda, les nombrase justicia a quien respetar y tener bajo el serio nombre de Juez de nuestra Real-Persona…

Patones tiene desde 1770 archivo propio, pero la esperanza de encontrar respuestas en sus fondos, sobre los distintos reyes y forma de gobernar, se desvanecen al comprobar lo limitado y mal conservado de su archivo, la Guerra Civil española se ocupó de añadir mas misterio, al desaparecer entre otros muchos documentos un misterioso libro con pastas de pergamino, escrito con sangre de “cabrón” y que según muchos, contaba toda la historia del rey de Patones. Según muchos también, dicho libro pudiera estar en posesión de alguna persona, descendiente del alcalde que hubo durante la guerra, pero nadie dice con claridad quien pudiera tener tan enigmático libro… en caso de que haya existido.

La historia sobre Patones esta envuelta en un maremagnum de documentos, reales unos, ficticios (o al menos no localizados) otros, como la supuesta carta “del Rey de Patones al Rey de las Castillas” que supuestamente el primero envió a Felipe II y que no consta en ningún documento digno de crédito. El origen árabe de Patones, la sucesión hereditaria de sus reyes, etc., forman probablemente parte de una bonita leyenda que quizás nunca lleguemos a conocer del todo. No obstante, cuando nos decidamos a visitar este bonito pueblo, no podemos dejar de parar bajo ningún concepto en el bar restaurante La Colmena, en Patones de Abajo, y quizás Juan Carlos Prieto, descendiente, como él dice, del ultimo rey de Patones, Juan Prieto, del que se tiene noticia en un documento de 1737, sea capaz de contarnos algún dato misterioso que nadie mas sepa, o quiera contar.

Patones

PATONES HOY

El pueblo de Patones llegó a tener 213 edificios y solares en su término, de los cuales 81 estaban dedicados a vivienda, y según el padrón de 1932, en aquella época llegó a contar con 385 habitantes. Hoy, son tan solo 10 los vecinos que viven en Patones de Arriba (en el casco antiguo, ya que tanto el de arriba como el de abajo son el mismo pueblo, con un solo ayuntamiento), sin embargo, la ocupación durante el día es elevada, la creciente e incesante actividad hostelera que se vive de unos años a esta parte, hace que casi se puedan contar los edificios existentes por restaurantes, y en cada una de sus estrechas calles, hay al menos uno, que eso si, nos va a ofrecer unos platos dignos de crear su propia leyenda.

Es recomendable, de ser posible, realizar la visita en día de diario, pues esto nos ahorrara esfuerzos a la hora de conseguir mesa, o mucho mejor, si nos decidimos a hacer noche, lo ideal es intentar conseguir una de las cinco suites que ofrece el hotel El Tiempo Perdido, un cuatro estrellas con aire francés, repleto de obras de arte, con todos los servicios y que parece imposible que se pueda encontrar dentro de este primitivo y perdido pueblo rodeado de restos de casas de piedra y pizarra.

¿Historia o leyenda?. Probablemente algo de las dos, es lo que nos vamos a ir encontrando al doblar cada una de las esquinas de este peculiar pueblo castellano, y poco importa en que porcentaje nos encontremos cada una de ellas, porque lo realmente importante, es que a solo cuarenta y cinco minutos de la Puerta del Sol de Madrid, tenemos la posibilidad de retroceder varios siglos en el tiempo, de disfrutar de agrestes paisajes, de regalarnos de un verdadero festín gastronómico y de darle un respiro a nuestro acelerado corazón, respirando pausadamente grandes bocanadas del puro aire de la sierra. No lo dudes amigo lector, no sería justo pasar por la vida sin conocer este increíble lugar.

DONDE DORMIR

Hotel El Tiempo Perdido.

Travesía del Ayuntamiento 7

Patones de Arriba

Tel. 91-8432152

DONDE COMER

Bar restaurante La Colmena

Especialidades: Judiones, Bacalao a la abuela, Ajetes con huevos de corral.

Dirección: Avenida de Madrid S/N. Patones de Abajo

Tel. 91-8432078

Restaurante El Rey de Patones

Especialidades: Migas con uvas, Cabrito asado, Merluza.

Horno de leña de encina. Viernes y Sábados noche espectáculo de magia.

Dirección: Patones de Arriba

Tel. 91-8432037

Restaurante Las Eras

Especialidades: Cabrito asado, Carnes a la brasa, Pimientos rellenos.

Dirección: Patones de Arriba

Tel. 91-8432126

Restaurante La Posada

Especialidades: Migas andaluzas, Lomo de buey, Morcilla a lo bruto.

Dirección: Calle de La Iglesia 12. Patones de Arriba

Tel. 91-8432129

 

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